Lo principal, Lara, es protegerlas de las heladas nocturnas. Mientras no se hiele la
planta, sobrevivirá adaptándose a la temperatura, a la luz, e incluso, aunque no les guste, a vivir bajo techo. Conservar la vida es lo que prima en ellas. Te haré una
foto de cómo son en
invierno, tanto la del incienso como el calamondito.