EL LABRIEGO...

EL LABRIEGO

Suena potente la voz serrana
grave y maciza del labrador,
al primer lampo de la mañana
sale de casa el madrugador.
Llega y se para, tienta su bota;
amplia camisa, corto calzón,
velludos brazos la tierra azotan;
sale de casa el madrugador.
Ya le acompañan los ruiseñores,
al fuego vivo que está al arrebol,
despiertan locas todas las flores,
bailar desean cual baila el sol.
Soy labriego, soy honrado
como la cara del sol,
soy como Dios me ha criado,
sano y robusto español.
Caliente de casa vengo,
ufano a mis tierras voy;
contando con lo que tengo,
contento por lo que soy.
Y aunque los ricos se espanten,
les digo que estoy de humor.
Pocos ricos hay que canten
como canta el labrador.
Soy labriego, soy honrado
como la cara del sol,
soy como Dios me ha criado,
sano y robusto español.
Caliente de casa vengo,
ufano a mis tierras voy;
contando con lo que tengo