En tiempos de la dictadura se cantaba. No sé si llegó...

Rascayú: De Bonet Sanpedro)

Oigan la historia que contóme un día
el viejo enterrador de la comarca;
era un viejo al que la suerte impía
su único bien arrebató la Parca.

Todas las noches iba al cementerio
a visitar la tumba de su hermosa
y la gente murmuraba con misterio:
"es un muerto escapado de la fosa".

Hizo amistad con muchos esqueletos
que salían bailando una sardana
y mezclando sus voces de ultratumba
con el croado de alguna rana.

Los pobrecitos iban mal vestidos
con sábanas que ‘ad hoc’ habían robado
y el guardián se decía con recelo:
"estos muertos se me han revolucionado".

Si no es bastante tétrica la historia,
los fuegos fatuos se meten en el lío
armando con sus luces tenebrosas
un cacao de padre y muy señor mío.

Rascayú, cuando mueras ¿qué harás tú?
Tú serás un cadáver, nada más.
Rascayú, cuando mueras ¿qué harás tú?

En tiempos de la dictadura se cantaba. No sé si llegó a prohibirse.