! Hola Jose Luis! Bella tierra: bella y sufrida tierra. Solo he estado uu par de veces, y por ciero ambras paseando el hermoso valle, y trepando hasta las montañas, hasta un pueblo antiguo salpicado de de algunas casa modernas, me extasíe de los cerezos en flor,: precisamente como recuerdo, planté uno en mi jardín y desde aquí le contemplo todo blanco en flor.
Aunque tenemos puntos de vista que difieren, mencionas a menudo la palabra BONDAD, y esto me basta para considerte como una gran persona.
Yo también vivía en el Madrid de las cartillas del racionamiento, y donde la vida no era nada fácil. Donde abrirse camino, cada vez que despiertan aquellos recuerdos... uno compara. Y se de pregunta: ¿de que se queja parte de la juventud de ahora? Siento una envidia sana, cuando les veo acudir al colegio y a la vez una gran pena cuando me pregunto ¿que aprenden? Y me digo: "nunca sabrán que una madre compro la primera chaqueta de su hijo en "el rastro". Como ninca sabrán que dicha chaqueta ha viajado mucho y aún la conservo. tampoco sabran de aquel que te obligaba a llamar señor a los 14 años, te alimentaba con las sobras y sin salario alguno. pero aquel arroz con la cabeza del pollo y las patas sabía a gloria, compartido con dos criadas, que vestían los vestidos usados de la señora.
Creo que hoy, voy a escribir algo de una conversación de dos viudas, que tienen problemas con sus hijas: entré en su conversación sobre los jóvenes, su botellón, y todo el santo día en la cama, eran mas o menos sus palabras. les confesé hechos que presencio, y que sinceramente me apenan a la vez que me causan perocupación. Me pregunto: ¿Donde vamos? No me gusta generalizar, pero si me hago a menudo esta pregunta. Bueno enterremos aquel pan escaso en el olvido, y fabriquemos esperanza.
Mi saludo cordial.
Aunque tenemos puntos de vista que difieren, mencionas a menudo la palabra BONDAD, y esto me basta para considerte como una gran persona.
Yo también vivía en el Madrid de las cartillas del racionamiento, y donde la vida no era nada fácil. Donde abrirse camino, cada vez que despiertan aquellos recuerdos... uno compara. Y se de pregunta: ¿de que se queja parte de la juventud de ahora? Siento una envidia sana, cuando les veo acudir al colegio y a la vez una gran pena cuando me pregunto ¿que aprenden? Y me digo: "nunca sabrán que una madre compro la primera chaqueta de su hijo en "el rastro". Como ninca sabrán que dicha chaqueta ha viajado mucho y aún la conservo. tampoco sabran de aquel que te obligaba a llamar señor a los 14 años, te alimentaba con las sobras y sin salario alguno. pero aquel arroz con la cabeza del pollo y las patas sabía a gloria, compartido con dos criadas, que vestían los vestidos usados de la señora.
Creo que hoy, voy a escribir algo de una conversación de dos viudas, que tienen problemas con sus hijas: entré en su conversación sobre los jóvenes, su botellón, y todo el santo día en la cama, eran mas o menos sus palabras. les confesé hechos que presencio, y que sinceramente me apenan a la vez que me causan perocupación. Me pregunto: ¿Donde vamos? No me gusta generalizar, pero si me hago a menudo esta pregunta. Bueno enterremos aquel pan escaso en el olvido, y fabriquemos esperanza.
Mi saludo cordial.