EL PARQUE DE LA ALAMEDA EN MARANCHÓN
Era mi parque infantil donde jugábamos a todo lo imaginable con tan solo un columpio y muchos bancos de piedra. Salíamos libremente en la hora del recreo y antes de ir al comedor escolar. Teníamos patio pero también la puerta abierta al pueblo pero no llegábamos al frontón o raras veces.
Es un pueblo vivo porque hay trabajo, no demasiado, pero por algo se empieza.