OTRO VISTA DE LA FUENTE VIEJA
El entorno de Ablanque es un bosque en formación. En él no ha mediado nunca la acción del
hombre, plantándolo; crecen por sí mismas las sabinas, los robles y los pinos. Se necesitan muchos años, desde luego, para ver un monte espeso y se requieren muchos cuidados también; pero luego, si se sabe gestionar puede producir riqueza turística, sobre todo en estos tiempos.