ADEU A ARCADI OLIVERAS. Tal como estaba prevista desde...

ADEU A ARCADI OLIVERAS. Tal como estaba prevista desde hacía cierto tiempo, Arcadi Oliveras ha culminado un largo adió que ha dejado a soberanismo y al anticapitalismo, a la izquierda que, desde diferentes matices, trataba de ir a la raíz de los graves problemas de nuestros tiempo. Ahora vendrán los elogios sobre este hombre sabio parte de la tradición cristiana herética, en TV3 han subrayado su carácter “pacifista” y por la “justicia social”, palabras que serían una manera bastante suave de decir “ANTIMILITARISTA” (“el primer deber de un soldado es la deserción”), y “ANTICAPITALISTA”. Esto quedaba claro en las conversaciones así como en las aquellas charlas en las que no cabía un alfiler, y durante las cuales la ordenanación de los datos críticas estaban acompañados por un buen número de guiños y datos que los convertían en una algo tan intenso como jocoso, divertido, la ira y la sonrisa iban de la mano de este hombre.
Alguien con mucha historia que sabía bien como las gastaban los “grises” al servicio de una dicta duracriminal y rabiosamente clasista durante la cual los empresarios pudieron declarar que ”fueron felices”.
Como suele suceder en tantas ocasiones, se puede acceder a ciertos retratos documentales sobre Arcadi, el más importante es sin lugar a dudas “MAI ES TAN FOSC”?. Se trata de un documental dirigida por Èrika Sánchez (2012) para Documentary, Arcadi Oliveras que se puede definir como una obra de guerrilla, de agitación, y que sigue manteniendo su vigor a pesar de que Arcadi ha pasado ahora a un plano más secundario. Sigue siendo el retrato de un personaje con las ideas muy claras. Pero por encima de todo es un documento histórico. Èrika Sánchez recibió a principios del 2011 el encargo de hacer un documental sobre el presidente de Justicia i Pau, Arcadi Oliveras. Lo que tenía que ser el seguimiento de su irrefrenable actividad social y pedagógica, se convirtió gracias a los acontecimientos en un retrato colectivo de un momento privilegiado de los últimos años: la eclosión del movimiento de los indignados del 15 M.
Seguirle a él era seguir a los indignados. Así pasó a ser de un retrato personal a ser un retrato colectivo. La realidad se fue imponiendo al proyecto marcando el ritmo de una forma inesperada. Por un lado, porque el proceso de gestación y eclosión de los indignados coincidió con un momento muy doloroso de la vida de Oliveras, la muerte de su hijo Marcel. Por otro lado, la decisión de poner un punto final al rodaje (no se podía eternizar, había que acabarlo) justo en mayo del 2012, le da a esta memoria de un año importantísimo una dimensión histórica de primera magnitud. El gran valor de Èrika Sánchez es el haber sabido integrar la figura humana de Oliveres con sus contradicciones y debilidades en un marco histórico único e irrepetible. Y hacer con ello un documento de cine, no de propaganda. Escuchar a Oliveras es hacerlo con un viejo sabio con una capacidad de argumentación, análisis, crítica y autocrítica que va más allá de su persona y de sus vinculaciones. Es alguien que habla a tumba y corazón abierto y el documental es una clase magistral sobre la que hemos de volver para aprender a entrar de pleno en el arte de la polémica, de la defensa de las verdades que claman al cielo.
Quizás esta evocación tan sentida y tan próxima habría sido más completa su papel de “líder” insólito de Procés Constituent junto con Teresa Forcades, una tentativa de agrupación amplia en la que tomaron parte gente muy diversas con el soporte de colectivos como Revolta Global-Anticapitalista en el curso del cual, Arcadi realizó un activismo que luego reprodujo en el curso del 15-M catalán por el que se paseó con sus denuncias a las injusticias, a un sistema social al que acusaba de enemigo de la humanidad.
Adiós pues Arcadi