Un Señor maduro que se encuentra en la mesa de operaciones, esperando ser intervenido quirúrgicamente, insiste en que debe ser operado por su yerno (un eminente cirujano) a lo cual accede el yerno.
Anter de serle aplicada la anestesia, el Señor solicita hablar en ñpriado con su cirujano-yerno, al cuel le manifiesta:
- No estoy ni nervioso ni tengo miedo alguno, simplemente quería decirte que lo hagas lo mejor que sepas, estoy en tus manos y confío en tí, pero en caso de que la operación salga mal y me ocurra cualquier cosa irreparable... debes saber que mi esposa ¡tu suegra! irá a vivir con vosotros.
Un sonrisa para el sábado tarde
Anter de serle aplicada la anestesia, el Señor solicita hablar en ñpriado con su cirujano-yerno, al cuel le manifiesta:
- No estoy ni nervioso ni tengo miedo alguno, simplemente quería decirte que lo hagas lo mejor que sepas, estoy en tus manos y confío en tí, pero en caso de que la operación salga mal y me ocurra cualquier cosa irreparable... debes saber que mi esposa ¡tu suegra! irá a vivir con vosotros.
Un sonrisa para el sábado tarde