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El exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez
Las ayudas de Estado concedidas en España durante 2010 ascendió a 92.500 millones de euros, un 46% más que un año antes. De esa cantidad, 87.497 millones de euros se destinaron a combatir la crisis económica y financiera. Concretamente, el sector financiero «se tragó» 87.145,47 millones, el 8,2% del PIB. Eso quiere decir que esas ayudas públicas costaron 1.846,67 euros a cada ciudadano, según el cuarto informe anual de la Comisión Nacional de Competencia (CNC) sobre ayudas públicas en España.
Los 87.145,47 millones de euros destinados al sector financiero (Caja Castilla-La Mancha, Cajasur, FROB...) contrastan con los 351,87 millones que recibieron las empresas del resto de sectores económicos como «ayudas anticrisis» en 2010.
En cualquier caso, las ayudas de Estado al sector financiero español quedaron lejos de las concedidas en otros países de la Unión Europea. Así, Irlanda «inyectó» 361.275 millones de euros a su banca, Reino Unido 200.120 millones, Alemania 164.498 millones y Francia 91.528 millones. Grecia destinó 35.076 millones, Portugal 4.987 millones e Italia cero euros.
El citado informe de la CNC indica que para ayudas «de otra naturaleza» se destinaron 5.003 millones, de los que 4.328 fueron para industria y servicios, 528 millones para agricultura y pesca y 146 para transporte.
En cuanto a las ayudas sectoriales, la proporción que España dedicó a este concepto (23%) superó la media de la UE (15%). Los sectores nacionales más beneficiados fueron los del carbón, con un 19% del total de ayudas sectoriales (muy superior a la media de la UE, de un 5%) y las manufacturas, con un 3% (frente a un 5% de la media de la UE