SEGUNDA PARTE...

SEGUNDA PARTE
En el actual contexto de tipos de interés, los bancos se plantean cobrar comisiones por las cuentas corrientes
Para Joaquín Maudos, director adjunto del Ivie, “la banca tiene un serio problema de rentabilidad por muchos motivos (reducida demanda de crédito, tipos reducidos, exigencias regulatorias...), que se espera que continúe dada la expectativa de que los tipos serán muy reducidos durante bastante tiempo a tenor de las decisiones del BCE”. En este contexto, añade Maudos, “los márgenes son reducidos, lo que obliga a los bancos a buscar fuentes de financiación distintas a los tipos de interés, como son las comisiones”. En esa misma línea el profesor José García Montalvo, de la Universitat Pompeu Fabra, considera que “en la actualidad hay muchos clientes que sólo teniendo efectivo en la cuenta corriente generan al banco más coste que ingresos. Frente a esta situación no queda más remedio que cargar comisiones para cubrir los costes de la estructura laboral, informática...”. A su juicio, “en España, a diferencia de otros países, estamos acostumbrados al todo gratis y las comisiones son algo que disgusta bastante a los clientes, pero en las circunstancias actuales las opciones son limitadas”.
Francisco Uría, socio responsable del sector financiero de KPMG, lo tiene muy claro: “Las comisiones son el único instrumento para evitar que el coste del mantenimiento de las cuentas impacte negativamente en la cuenta de resultados de los bancos”. Mientras que Gonzalo Bernardos, profesor de la Universitat de Barcelona, recuerda que hasta “el Banco de España ha recomendado aumentar ingresos por prestación de servicios, léase comisiones”. Eso sí, matiza, “la banca no está subiendo las comisiones a sus mejores clientes, sino a los que tienen poca vinculación con el banco”.
Los depósitos ya no se remuneran
Aquellas remuneraciones que ofrecía ING del 5% en su Cuenta Naranja o el 3% que pagaba el Santander en su cuenta 1,2,3 no volverán. Actualmente, la remuneración de los depósitos es prácticamente nula debido a que los tipos de interés de referencia, como los que fija el BCE o el interbancario, son incluso negativos. Además, el BCE penaliza a los bancos por el exceso de liquidez con un -0,5%, lo que obliga a los bancos a pasar a empresas y grandes clientes ese coste. “A las familias no se les cobra por las cuentas corrientes por el coste reputacional y porque los clientes retirarían sus saldos”, aclara Maudos. “En los próximos tres años, quien tenga el dinero en cuentas corrientes y depósitos a plazo fijo perderá dinero. Ya lo ha hecho en el 2019. La rentabilidad media está por debajo del 0,10% y la inflación ha sido del 0,8%”, subraya Bernardos. Francisco Uría, de KPMG, destaca que mientras se mantenga el actual contexto de tipos a la banca sólo le queda “buscar fuentes de ingresos alternativas que compensen la caída del margen financiero. De ahí, que no pueda remunerar el dinero de las cuentas”.