El aborto, amigos míos, es el aborto. Tanto que se...

El aborto, amigos míos, es el aborto. Tanto que se cometa en España como que se cometa en Riotorto, provincia de Lugo.
El aborto es un crimen. Tanto que lo llamemos de otra manera como que lo llamemos crimen.

El aborto es uno de los crímenes más abominables, porque es atentar contra una vida de un inocente. Y quien protege o aplaude al aborto no es una persona de bien. Es un delincuente

Ese inocente, a quien se va a abortar no tiene el cuerpo acabado de formar en algunas ocasiones. Pero siempre, siempre tiene el espíritu bien formado.
Es decir: Es una persona. Una persona que necesita de la madre para que lo alimente, pero que no es su madre la dueña de ese hijo, porque el único dueño de cualquier vida no es otra persona, sino el mismo Dios.

Así son las cosas, amigos míos. Dios es Dios sin necesidad que crean en Él. Dios no nos ha necesitado a ninguno de nosotros para ser quien es. Sin embargo cada uno de nosotros hemos necesitado de Dios para ser quien somos.

No debemos condescender con la ignorancia y la mentira. No debemos creer que un niño no nacido sea diferente a otros niños. ¡Nada de eso! Lo que sucede es que el niño está en una fase de crecimiento y desarrollo mientras está en el seno de su madre. Luego que es nacido sigue estando en una fase de crecimiento y desarrollo sin necesidad perentoria de la madre. Luego seguirá siempre necesitado de los auxilios de los demás mientras viva.
Es decir: El feto que se desarrolla siente necesidad de una madre. El niño que nace siente la necesidad de una madre. El adolescente que se forma ante la sociedad siente necesidad de alguien que le dé su cariño, y según pasan los días y los años siente imperativa necesidad de amar y ser amado.

Así hemos comenzado todos nuestra vida. Así la comenzarán todos en el futuro.

No hay otro principio para la vida que un acto sexual en el que Dios entregue un alma a los espermas para seguir el proceso vital. Sin el alma no se desarrolla ningún feto.
Y tanto es Dios el único dueño de l vida que sin el alma un esperma nunca llegaría a ser un niño.

Luego interrumpir una vida es un aborto. Y un aborto es convertir una vida en un cadáver.

El criminal que por unos euros mata despiadadamente la vida de un inocente debe sufrir las consecuencias.
Actualmente ya se están formando en la Sociedad grupos para acusar a los médicos criminales-abortistas como autores de crímenes contra la humanidad.

El niño que va a ser abortado es siempre inocente. Él no ha escogido el modo de ser engendrado. Él es siempre la victima de un padre morboso, indigno de ser persona humana si es violador, y de una madre que ha consentido en asesinarlo por la causa que sea.

En España- no sé en otros países- se van quedando desiertas aldeas y pueblos. No nacen niños.
Pero eso es trigo de otro costal. Ahora hablo del crimen organizado, es decir, del aborto.
La mujer nunca es dueña del feto que se forma en ella. Solo es dueña de su cuerpo, pero no es dueña del niño. Los niños son libres, porque la raza humana es libre y tiene el libre albedrio, dado por Dios a cada alma.