OYE FERISA No me agrada tu manera de hablar. Espero...

OYE FERISA No me agrada tu manera de hablar. Espero que corrijas un poco ese lenguaje, porque tú puedes corregirlo, y sabes.

Te invito a PENSAR EN LO QUE DEJO ESRITO: Suponte por un momento que en tu cuerpo se instala un gusano intestinal. ¿Eres tú, acaso, el dueño de ese parásito? No, por cierto. Es una vida de gusano que se instaló en ti. Pero al ser un gusano tienes el deber de expulsarlo de tu cuerpo.

Ahora bien; si una mujer está embarazada ella no está autorizada para expulsar de sí una vida que se está formando.
Entiéndelo bien: Una vida paralela a la suya, pero que no es la suya, por lo tanto ella solo es dueña de su vida, y no de la otra vida. ¿O te has creído que la vida de la madre y del feto es toda una?

Tú (como dices con palabras muy finas) eres parte de esa mierda que está en tus tripas. Pero cuando la naturaleza te impele a expulsarla entonces la dejas en cualquier deceso por inservible. Seguro que si sirviera para algo la reclamarías. Podríamos entonces entonar esta coplilla “Te regalé una mierda- creyendo que me querías. Ahora que no me quieres- dame la mierda que es mía.
Las personas solemos hablar de la mierda como de algo despectivo. ¿Te has parado a pensar lo que sería de nosotros si no la llevásemos en las tripas? Pues lo primero es que se nos secarían las tripas, y lo segundo es que sin ella nos moriríamos entre terribles dolores.
Así que dejemos la “mm” y pasemos a otra cosa.

¿Sabías que una mujer, tanto en su físico como en todo su ser es muy superior al hombre?
Es superior al hombre por su maternidad. Superior por su cariño y afecto hacia los demás. Es superior y mil veces más valiente que el hombre. Siempre verás al lado de quien nace a una mujer. Al lado de quien muere, junto a su lecho de dolor siempre está una mujer. Al lado del que sufre verás a muchas personas, pero un verdadero afecto al que sufre sale del corazón de una mujer.

Detrás de cualquier hombre que ha sido excelente en la historia hubo una gran mujer.
La constancia en amar está en la mujer. La mujer ama porque lo siente en su corazón. El hombre ama porque le sale del morbo.
Por una mujer morbosa hay mil hombres morbosos. La mujer al mirarte mira y busca tu amor. El hombre busca una piel lisa, una belleza pasajera…

Es por eso que digo que, ¡ojito con decir que es despreciada la mujer!
Por lo menos yo no desprecio a nadie, y menos a una mujer.

Pero eso de decir que la mujer tiene la última palabra en consentir o no en el aborto también es cierto.
Venga. A ver si algún día nos saludamos tomando un café. Yo soy de Barcelona, pero también estoy mucho por el Sur.