Claro ÁNGEL, tuvo que haber avances, no los avances que hubiésemos tenido de no haber existido la
guerra y los cuarenta años de
dictadura, pero no íbamos a estar permanentemente con el queso amarillo ni con la leche o viviendo con derecho a cocina, como se vivía aún en los años 60, la propia vida se imponía, eso está claro.