FELIZ FIN DE SEMANA

UNA MADRE CUALQUIERA

Ha visto amanecer, morir la luna;
detrás de la ventana
una canción de cuna
que canta a la esperanza del mañana.
La escarcha cubre el campo y la arboleda
mas, no hay frío en su alma.
Esa nana se queda
en recuerdos que esconde el corazón,
que hacen perder la calma
y anulan la razón.
Fue madre y la cantó hace muchos años
en otra habitación.
Y hoy tras el cristal
entre fríos pasillos de hospital
de pena el alma rota
inmune a la derrota
no piensa desertar.
La niebla acaba de ocultar el sol
esperanza con miedo: desconfianza
se funden en crisol.