Siempre hay días para todo, pero cuando llegan esos...

Siempre hay días para todo, pero cuando llegan esos en los que unos cuantos amigos, una tarde cálida en el campo, cuando el clima del grupo se torna afable, donde unos llevan cerveza, otro unos choricillos otro un paquete de buenos comentarios, de agradable conversación, de chistes desenfadados, un manojillo de buen humor, unas actitud de buena voluntad, un cubo de humildad y siempre dejando que todo el mundo participe. Esas tardes amigos mios no las olvidaré jamás.