De forma más certera que inconsistente quiero a ser...

De forma más certera que inconsistente quiero a ser posible empezar un Nuevo Año acopiando todo aquello que pueda en beneficio de mi salud, esa salud que se debilita con las conclusiones de unos y con las bravazas de otros o con los abusos de ambos, esa salud que establece un equilibrio en nuestro entorno socio-cultural, porque es de entender sin ser uno facultativo de algo que los exabruptos desmedidos sin ninguna gordura o reflexión, emanan una acidez que imposibilita ninguna digestión cinética mente favorable.

Ya pasó el tiempo en que con el más infinitesimal desacuerdo o con la más minima provocación uno ardía en llamas para defender lo que pasado el tiempo uno entiende que no es ni necesario poner en balance o cuestión, porque estoy seguro o al menos en parte, que las cosas dichas y hechas con acierto se defienden por si mismas, no quiero tener ningún derecho para dar lecciones y si tengo la necesidad de sentirme pausadamente tranquilo si alguien me las reclamara.

Es muy curioso como los que más tiempo le dedican a desojar esta o la otra margarita sin un proceso logico y ordenado secuencialmente, sin unos medios adecuados que garanticen una calidad y coherencia acorde con las previsiones, se reiteran una y otra vez en el error de defender lo que no es posible por ser indefendible, en concluir sin ningun argumento con la sola hipotesis de la comparación, como si está fuera razón suficiente para que se mantenga como una conclusion razonada o como un trabajo de reflexión, o como para concluir ninguna tesis donde una idea es indiscutible, que duda cabe que a veces le pueda asistir algo de razón.

A veces uno puede estar equibocado en algunos de sus argumentos e incluso uno puede defenderlos con gordura, pero llegado el momento uno debe saber que si el de enfrente no quiere entender de poco valdrá el esfuerzo, cuando no se pueda acordar que hay grises, ni el blanco ni el negro tendrán toda la verdad, de tal forma que si el tiempo es oro no debamos malgastarlo habiendo tantos sitios donde invertirlo con acierto.

Nada mejor que supercarse en todo lo que uno concluye como un objetivo a cambiar, y un Nuevo Año nos tiende la mano ofreciendonos la calma suficiente para que todas aquellas situaciones que nos posicionan radicalmente en contra no nos haga perder los papeles y todos aquellos que defienden lo que uno esta en el polo opuesto no nos irrite en ningún grado de forma que hasta podamos valorar sin condicionantes sus exposiciones.