Nada que objetar. Tan solo diré que preguntado al capitán...

Nada que objetar. Tan solo diré que preguntado al capitán del barco por la prensa del momento qué le parecía el barco. Con cierta arrogancia, si se puede decir, respondió que NI DIOS PUEDE CON ÉL. Para los creyentes fue como una bofetada y pensaron que fue un castigo por su soberbia. El mismo día se fue a pique.