En vano...

En vano

Y fui acumulando aquellas cosas
que antes te gustaban:
busqué el vestido verde con breteles;
busqué la piel que recorrías, suave
y tersa... Vos, con besos y caricias
y con palabras tiernas, amorosas,
despertabas la pasión que se encendía;
busqué las uñas largas y esmaltadas
que te hacían reír pues día a día
aparecían con colores raros
(no sé si realmente te gustaban,
pero algo en ellas te atraía...)
busqué mi pelo largo, negro, lacio,
y teñí el de ahora.

Una vez que ordené todas las cosas
(estaba tan segura... ¡te gustaban!)
las guardé en una caja de regalo
y las puse a tu lado:
buscaba tus palabras (¡el pasado!).

-Acá está todo, amor, por qué estás tan callado?
¿No te das cuenta de que he hecho todo
para que otra vez y como antes
volviera la pasión y me abrazaras?
¿Por qué estás tan callado?

-Cuánto tiempo perdido. Para amarte
yo solo te aceptaba como eras,
y sentía que así, sencilla y tierna
y adorable y... ¡Es que te amaba!

Ya no te amo.
Te has esforzado en vano.
No me sirven de nada esas "cosas":
podés guardarlas si querés.
O si querés, también podés tirarlas.

Espero que alguien me deje un comentario. Leer y escribir son mis dos pasiones. Ya comentaré yo los textos de ustedes. Cris
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Muy bonito lo que has escrito, aquí en el foro tenemos a Paco que tiene tus mismas pasiones, o sea, leer y escribir.

Un saludo.
Cris todo en la vida tiene un principio y desgraciadamente un final
la pasión se pasa y se entra en una apatia que solo se llama nos soportamos
convivimos pero nada mas.
Con la pasión de la juventud <<ves un lunar despues ves una verruga>>
con el paso del tiempo la fogosidad se pierde para entrar en el letargo
de que todo me da igual.
Acá hay un dicho que dice (no hay mal ni bien que cien años dure ni cuerpo
que lo aguante).
Decía el poeta.
EN EL CRISTAL DEL ESPEJO
A LOS SESENTA ME VI
Y VIENDOME VIEJO Y FEO
DE RABIA EL CRISTAL ROMPÍ
Y ES QUE CON EL PASO DEL
TIEMPO TE MIRAS EN EL ESPEJO
Y MAL Y SI MIRAS EN TU ALMA
AUN PEOR.
Los años no perdonan y lo que fue una guitarra tersa se convierte
en un acordeón.
manuel ... (ver texto completo)
Admirada Cris, el amor nunca tiene final ni fecha de caducidad. Lo otro no es amor.

Sigue escribiendo. Te saludo.