Y EL PERRO VOLVIO A TUDELA DE DUERO,
Aquel perro negro de pelo brillante, que fue regalado como un buen sedante, espero la hora cuando sus jefes nuevos dormían, para salir de su vivienda de La Castilla Profunda, y volver a lo que había sido toda su infancia, en Laguna de Duero, el perro se ve que recordaba parte del camino, y no se despisto casi nada, paso por Serrada, Villanueva de Duero, y antes de entrar en Puente Duero, se dirigió hacía Viana de Cega, para desde allí coger la Carretera de las Maricas, entre pinares y así llegar al chalet donde sus antiguos dueños vivían, sin dejarse entretener por nada, ni hacer caso a otros perros que le ladraban para jugar con él o quizá atacarle, su pelo esa mañana estaba sudado, sus casi 40 kilómetros o quizá algo más, le habían hecho hacer un esfuerzo grande, ya que fue en época del primeros de junio, y el calor en la meseta castellana es fuerte, aunque el perro pudo beber agua en Villanueva de Duero, en una pila de la fuente, al circular por las carreteras siempre fue por las orillas, para evitar coches y tractores, al llegar a Tudela de Duero, aquel perro bonito de pelo negro brillante, no se despisto, enseguida se dirigió a su antigua vivienda un chalet. Donde sus dueños de su crianza no se enteraron de su presencia, Cuando la señora de la vivienda fue avisada por una vecina, salió corriendo a la puerta, y al verla aquel perro bonito, se abrazo sobre ella, mientras la mujer decía, nunca más te iras de esta casa, y aquí vivirás el resto de tu vida. No es la primera vez que pasa esa misma historia, que el perro vuelve a la casa de sus antiguos dueños, al no ver el cariño necesario en el domicilio donde fue llevado como regalo. Y otras veces por no sentirse cómodo y atendido deciden volver a su antiguo domicilio, donde casi siempre son recibidos con las manos abiertas. Estas historias de animales son muy frecuentes. G X Cantalapiedra.
Aquel perro negro de pelo brillante, que fue regalado como un buen sedante, espero la hora cuando sus jefes nuevos dormían, para salir de su vivienda de La Castilla Profunda, y volver a lo que había sido toda su infancia, en Laguna de Duero, el perro se ve que recordaba parte del camino, y no se despisto casi nada, paso por Serrada, Villanueva de Duero, y antes de entrar en Puente Duero, se dirigió hacía Viana de Cega, para desde allí coger la Carretera de las Maricas, entre pinares y así llegar al chalet donde sus antiguos dueños vivían, sin dejarse entretener por nada, ni hacer caso a otros perros que le ladraban para jugar con él o quizá atacarle, su pelo esa mañana estaba sudado, sus casi 40 kilómetros o quizá algo más, le habían hecho hacer un esfuerzo grande, ya que fue en época del primeros de junio, y el calor en la meseta castellana es fuerte, aunque el perro pudo beber agua en Villanueva de Duero, en una pila de la fuente, al circular por las carreteras siempre fue por las orillas, para evitar coches y tractores, al llegar a Tudela de Duero, aquel perro bonito de pelo negro brillante, no se despisto, enseguida se dirigió a su antigua vivienda un chalet. Donde sus dueños de su crianza no se enteraron de su presencia, Cuando la señora de la vivienda fue avisada por una vecina, salió corriendo a la puerta, y al verla aquel perro bonito, se abrazo sobre ella, mientras la mujer decía, nunca más te iras de esta casa, y aquí vivirás el resto de tu vida. No es la primera vez que pasa esa misma historia, que el perro vuelve a la casa de sus antiguos dueños, al no ver el cariño necesario en el domicilio donde fue llevado como regalo. Y otras veces por no sentirse cómodo y atendido deciden volver a su antiguo domicilio, donde casi siempre son recibidos con las manos abiertas. Estas historias de animales son muy frecuentes. G X Cantalapiedra.