IBA CAYENDO LA NOCHE
Se vino la noche encima y aquella familia del pastor se veía preocupada, El hombre dejaba su rebaño de ovejas merinas entre teleras de madera, que acompañaban toda la noche sus dos perros, en una distancia de unos cuatro kilómetros hasta el pueblo donde vivía el pastor, aquella noche de agosto el calor era sofocante, y las ovejas en medio del campo balaban, como pidiendo agua y comida verde, más era difícil el protegerlas a fondo, y aquella noche llegaron don perros malos, de esos grandes, que están enseñados a hacer daño a otros animales, el pastor era cuando se iba a marchar a su casa del pueblo, y al ver el ataque de esos animales sueltos en plan de querer matar a sus dos perros, con su bastón de madera de encina, les hizo frente y les dio su merecido, hasta dejarlos sin vida, sus dos perros estaban heridos, y temía por su vida, El pastor trato de curar las heridas a sus perros, que no dejaban de soltar alaridos de dolor, Los dos perros atacantes eran de esas razas que tiene que estar con bozales y sujetos, pero en ese caso ni sujetos no con bozales, al rebes querían matar a los perros del pastor, y quizá a el hombre que les defendía, el pastor les dio golpes en la cabeza a dichos animales, al ver que estaban tratando de ahogar a sus dos perros, tuvo la suerte de dejarlos sin sentido, y acabar con ellos para siempre, sus perros estaban medio degollados, gracias a su buena y rápida actuación, pudieron seguir adelante, pero aquella noche el pastor no les dejo de su mano, y sobre las tres de la madrugada, un vecino también pastor se decidió ir a buscarle, estando el hombre aquel medio hundido, a pesar de su defensa, se llevaron los perros del pastor al pueblo, mientras a los dos asesinos de perros les enterraban bajo esa tierra de Castilla, donde a veces la gente compra o cría perros de ataque por diversión, Hay perros que son asesinos, pero que sus dueños los aprueban sus actos bélicos, y desean que aunque se escapen de sus corrales vuelvan vivos para ejercer de matones, Castigo ejemplar a esos dueños que son especialistas en sembrar el terror. Con unos perros que son de razas cruzadas con instintos de matar a quien sea. G X Cantalapiedra.
Se vino la noche encima y aquella familia del pastor se veía preocupada, El hombre dejaba su rebaño de ovejas merinas entre teleras de madera, que acompañaban toda la noche sus dos perros, en una distancia de unos cuatro kilómetros hasta el pueblo donde vivía el pastor, aquella noche de agosto el calor era sofocante, y las ovejas en medio del campo balaban, como pidiendo agua y comida verde, más era difícil el protegerlas a fondo, y aquella noche llegaron don perros malos, de esos grandes, que están enseñados a hacer daño a otros animales, el pastor era cuando se iba a marchar a su casa del pueblo, y al ver el ataque de esos animales sueltos en plan de querer matar a sus dos perros, con su bastón de madera de encina, les hizo frente y les dio su merecido, hasta dejarlos sin vida, sus dos perros estaban heridos, y temía por su vida, El pastor trato de curar las heridas a sus perros, que no dejaban de soltar alaridos de dolor, Los dos perros atacantes eran de esas razas que tiene que estar con bozales y sujetos, pero en ese caso ni sujetos no con bozales, al rebes querían matar a los perros del pastor, y quizá a el hombre que les defendía, el pastor les dio golpes en la cabeza a dichos animales, al ver que estaban tratando de ahogar a sus dos perros, tuvo la suerte de dejarlos sin sentido, y acabar con ellos para siempre, sus perros estaban medio degollados, gracias a su buena y rápida actuación, pudieron seguir adelante, pero aquella noche el pastor no les dejo de su mano, y sobre las tres de la madrugada, un vecino también pastor se decidió ir a buscarle, estando el hombre aquel medio hundido, a pesar de su defensa, se llevaron los perros del pastor al pueblo, mientras a los dos asesinos de perros les enterraban bajo esa tierra de Castilla, donde a veces la gente compra o cría perros de ataque por diversión, Hay perros que son asesinos, pero que sus dueños los aprueban sus actos bélicos, y desean que aunque se escapen de sus corrales vuelvan vivos para ejercer de matones, Castigo ejemplar a esos dueños que son especialistas en sembrar el terror. Con unos perros que son de razas cruzadas con instintos de matar a quien sea. G X Cantalapiedra.