EL VIENTO SANO DEL UCERO...

EL VIENTO SANO DEL UCERO
Esta tarde paseando por Pinar de Chamartín, noté que el viento azotando debiera tener su fin. Recordando que El Ucero en su Ribera aflorando, iba pensando en El Duero que siempre sigue esperando. Ese viento que te alivia con su olor a campo sano, a veces sientes la envidia al ver este mundo vano. El Ucero fue crecido en esta Semana Santa, con un tiempo deprimido que solo el pensarlo espanta. Con su caudal fabuloso el Ucero se ve fuerte, en ese tiempo horroroso pensabas mucho en la muerte. Respirar junto al Ucero boconadas de aire limpio, no lejos estaba el Duero que nada tiene de ripio. El Abión muy crecido parecía desbordarse, en su caudal tan erguido el viento quiso bañarse. Que preciosos los dos Ríos en un abrazo constante, eran horas con sus fríos que sonaban al instante. Los álamos sin brotar esperando los sudores, eran tiempos de implorar sueños de viejos amores. Viento sano y desgarrado que temblaban arboledas, El Ucero no es profano a preciosas primaveras. La lluvia nos dejó huellas de esas horas penitentes, donde no vimos estrellas con frío sobre las gentes. El viento corre ligero por estas tierras sorianas, parece ser altanero en las noches castellanas. En Madrid, respirar aire tan bueno es difícil encontrarlo, a veces notas veneno cuando quieres respirarlo. El Ucero va tranquilo entre ladridos de perros, hoy desde lejos perfilo barrotes de negros hierros. El aire de la mañana hace sanar los pulmones, y sueñas con vida sana entre buenas soluciones. En estas tierras de Uxama se nota correr los vientos, la vida siempre reclama no conocer sufrimientos. El Ucero nos deslumbra sobre los campos desiertos, y La Luna nos alumbra incluso rincones muertos. G X Cantalapiedra.