AMIGO TONET. La inmigración
española desde mi punto de vista merece un respeto enorme. Trabajaban muchas horas con un salario: ¿Regular? ¿Bueno? y ahorraban para cuando de regreso a
España pudieran hacer frente a los gastos anuales de la
familia. El
español que de tonto no tiene un pelo, aprendió mucho y el
trabajo realizado era bien considerado, tanto es sí que, al año siguiiente, los volvían a reclamar. Un saludo.