> No desearás a la
mujer de tu prójimo <
(Noveno mandamiento de la ley de Dios)
Este mandamiento orienta la intención de nuestro corazón, en cuánto a que resume todos los preceptos de la ley.
San Pablo afirma "Os digo, pues: caminad según el Espíritu y no seréis arrastrados a satisfacer los deseos de la carne, pues la carne tiene deseos contrarios al Espíritu y el Espíritu a la carne. Ambas cosas se oponen entre sí".
Catecismo de Ripalda)