VOLVER A GALICIA SIN PROBLEMAS...

VOLVER A GALICIA SIN PROBLEMAS
Los sueños se van aparcando, las brisas las vas esperando, tienes un mundo nuevo gritando que de vez en cuando te llega marcando. Volver a Galicia sin problemas, sin querer decir por donde caminas, pisando veredas rías y senderos, por distintos caminos y concejos. Nada te parece lejos, incluso San Andrés de Teixeiro esta al alcance de cualquier automóvil con una potencia regular, Subir para conocer su paisaje, sus muchos misterios, sus dos calles llenas de comercios pequeños, para el turismo poder llevarse sus muchos recuerdos y signos de la Galicia mágica y embrujada, o digamos con sus meigas. Estas tierras y costas gallegas te pueden enseñar sus virtudes y defectos, pero jamás sus caminos rectos. Es posible que los corazones sintamos necesidad de conocer otros pasos olvidados, otros caminos quebrados, y el eco de algunas personas que aún mantienen sus muchas costumbres, que algunos las llamas ancestrales. Me encanta Galicia, sus chocolaterías, y sus terrazas con el idioma castellano que no se pierde, He conocido muchos lugares de Galicia, he cruzado El Puente a pie de Puentedeume, en castellano, Pontedeume para los que por aquí viven, Más hay costumbres que tardas en recogerlas, o que quizá te suenan mejor en el idioma de Don Quijote, aunque te gusten los versos de Rosalía de Castro, y de vez en cuando los recites en tu caminar sencillo, por esa Ria de Ume. Es la Galicia misteriosa, cargada de tonalidades, donde las flores crecen sin fronteras, y los turistas no se sienten extranjeros. Que bonito poder caminar sin prisa, oliendo a mar y verde, y perderse la vista sin ver nada más que el infinito. No me siento forastero en Puentedeume, ni en ningún lugar de Galicia, al revés cuando pongo el pie sobre su tierra, siento la necesidad de decir, Que bonita tierra de marineros, que laderas más verdes, que paisajes más tranquilos, que maravilloso ambiente. Tardo días en poder pensar que tienes que volver a tus viejos amigos de la infancia, a pisar por otras latitudes, donde es posible que notes sus virtudes, a sentir el paso de los años y el peso que conlleva el ir cumpliéndoles, así y todo en Galicia no se ve el lodo, y vas buscando caricias en cualquier largo recodo, donde surjan las primicias. De esta tierra que te da la bienvenida a cualquier hora. Sin pedirte nada más que respetes para ser respetado, que dediques bien tus cuidados, para no ser nunca marginado. G X Cantalapiedra,