En cuestiones de tinta y tinteros, he de decir que en el cole había mesas con un agujero donde se ponía el tintero. En las escuelas, se hacía tinta. Eran unas pastillas que disueltas en agua llenabas una botella de tinta. Un alumno pasaba todos los días revisión y si falta tinta el escolar cargaba el tintero. Digo que se hacía la tinta porque los tinteros de marca- había unas cuantas marcas-, costaban más que haciendo la tinta. Me gustaba la caligrafía.
En los tinteros, con su tapa, solían aparecer alguna mosca. Ella, la mosca, no sabía levantar la tapa, y nadie la había metido.