La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio.
¿Qué cosa más grande que tener a alguien con quien te atrevas a hablar como contigo mismo?
Cuando mejor es uno, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros.
Los hombres son como los vinos: la edad agria los malos y mejora los buenos.
Una cosa es saber y otra saber enseñar.
¿Qué cosa más grande que tener a alguien con quien te atrevas a hablar como contigo mismo?
Cuando mejor es uno, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros.
Los hombres son como los vinos: la edad agria los malos y mejora los buenos.
Una cosa es saber y otra saber enseñar.