Noches de verano...

Noches de verano
Mis noches, los más duros calvarios, me gusta pasarla escribiendo, hasta que por fin, como una ráfaga viento hace entornar mis ojos, regalándome un reposo, que aunque sea muy corto, me es beneficioso, me bastan 40 minutos de sueño para aguantar el día que ya viene a toda prisa al encuentro de la mañana, estos días me he pasado a los sonetos, por que me hacen pensar mucho, y muchas veces mal.

A la derecha del olivo, donde antes estaba el pilón, he reconstruido el viejo molino, que abandonado pasó los últimos 30 años en la suerte de Julián, Era un molino chiquino, en las orillas del río Jornal, en las noches de verano, un rifle de cacería, mi perro, mi burro y yo pasamos muchas veces esas noches interminables escuchando a los grillos, que entre la paja se dan un festín de barra libre, su cri-cri-cri, parece meterse en las sienes, y poco a poco aparece en ti una locura momentánea, siendo un caso de reir.

Dije, nada más verte venir, este,
este, a por la burra viene,! bandido!
rebuscándome la espalda, escondido
entre las juncias, percibí tú peste.

Sonó largo, el primer disparo al aire
raudo, saliste de tu armario rosa
tiritando en la orilla polvorosa
temiendo, por intentar el affaire.

El bandido, es una rata, es una hiena,
sin escrúpulos, inmune a la mugre
rondando el redil, en noche serena.

Malaje va por la vida, dañando
es el rey buscando siempre camorra
es un cordero, que te va sangrando