Celinda, recuperada de la alergia de las ortigas, gracias...

Celinda, recuperada de la alergia de las ortigas, gracias a su abuelita, que le prepara unas cataplasmas, que han sido benditas.

Celinda, llena de congoja, hizo caso a su abuelita, y se fue con todo el dolor del mundo al internado, dejandola trite y sola.

Celia fue recibida con agrado, por sus compañeras del internado, pués Celia era una niña que se daba a querer.

La señora Ortiga, ya estaba en su salsa, y habia conseguido lo que queria desacerse de la niña.
Ahora hacia lo que le daba la gana, y entraba y salia de su casa, y siempre estaba de aquí para allá.
pero lo días iban pasando, y el deterioro se empezaba a notar en la casa, la higiene brillaba por su ausencia, y la despensa ya estaba dando coletazos.
Una mañana se levantó la Sña Ortiga, y no encontró ni un mendrugo de pan, que llevarse a la boca, abrió la nevera, y más de lo mismo,! vamos que si hubiera entrado un ratón se hubiera estrellado!.
Entonces fue cuando se dió cuenta, de la importancia de Celinda, en la casa, ella era la que hacia las faenas del hogar, y se encargaba de hacer las compras, ella solo mandar y regañar,! eso sí se le daba muy bien! ahora sí la limpieza eso no era lu suyo, pués se habia demostrado que era muy espesa.
Entonces pensó, que queria seguir con la vida que tenia antes, aunque tuviera que aguantar a la niña Celinda, pués no estaba dispuesta a ponerse a limpiar no ir a comprar. Entonces dijo para ella...
_Me humillaré he iré haber a la abuela de Celinda, y por el camino pensaré que le diré, tengo que ser convincente, pués ella es la que corre con todos los gastos del internado.
Pero la abuela que no es tonta, y se las ve venir,....