LA ENVIDIA DEL SER HUMANO
La envidia enfermedad duradera, se esconde bajo las sombras de un imposible sufrir, no tiene luces ni sombras, sola camina sin fin. Es el pecado mortal que tenemos los humanos, que pudiera ser fatal si nos miramos las manos. El pecado capital que tenemos de castigo, una sombra tan fatal que busca siempre enemigo. Envidiosos de por vida es el ejemplo de España, con la lección aprendida y el odio dentro en la entraña. Envidiosos de las flores que van dejando dulzuras, envidiosos de sabores que te darán amarguras. Vamos cosechando envidia sin pensar en el futuro, a veces vemos el día todo cubierto de oscuro. Envidiosos de los pasos que pueden dar los amigos, esta envidia da fracasos que pudieran ser castigos. En la conciencia renace esa envidia duradera, que tiene su triste lance y puede ser altanera. Envidiosos del progreso que a tu vecino le abraza, quisieras ver su regreso y que se fuera a otra plaza. Le envidia que enfermedad para el humano ambicioso, que busca en su soledad el dinero más dichoso. La envidia nunca descansa ni pide jamás consejo, ningún saludo la amansa y todo le suena a viejo. Envidiosos de por vida que soñaron ser felices, más nunca serán dichosos con penosas cicatrices. La envidia viene flotando por diferentes caminos, al humano va acechando para amargar muchos signos. Envidiosos con rencores que nacen en su amargura, pueden sufrir los dolores que suele dar la locura. La envidia viene de lejos y es signo de maldiciones, que pudieran ser complejos del que no tiene razones. Cuando la envidia nos daña vemos sus malas acciones, y todo el encanto empaña sin conocer sus razones. Envidiosos de por vida que levantan la mentira, son esa bala perdida que sobre nosotros gira. Envidiosos busca ruinas con su lengua machacando, quisieran ser esas cimas donde el viento va volando. G X Cantalapiedra.
La envidia enfermedad duradera, se esconde bajo las sombras de un imposible sufrir, no tiene luces ni sombras, sola camina sin fin. Es el pecado mortal que tenemos los humanos, que pudiera ser fatal si nos miramos las manos. El pecado capital que tenemos de castigo, una sombra tan fatal que busca siempre enemigo. Envidiosos de por vida es el ejemplo de España, con la lección aprendida y el odio dentro en la entraña. Envidiosos de las flores que van dejando dulzuras, envidiosos de sabores que te darán amarguras. Vamos cosechando envidia sin pensar en el futuro, a veces vemos el día todo cubierto de oscuro. Envidiosos de los pasos que pueden dar los amigos, esta envidia da fracasos que pudieran ser castigos. En la conciencia renace esa envidia duradera, que tiene su triste lance y puede ser altanera. Envidiosos del progreso que a tu vecino le abraza, quisieras ver su regreso y que se fuera a otra plaza. Le envidia que enfermedad para el humano ambicioso, que busca en su soledad el dinero más dichoso. La envidia nunca descansa ni pide jamás consejo, ningún saludo la amansa y todo le suena a viejo. Envidiosos de por vida que soñaron ser felices, más nunca serán dichosos con penosas cicatrices. La envidia viene flotando por diferentes caminos, al humano va acechando para amargar muchos signos. Envidiosos con rencores que nacen en su amargura, pueden sufrir los dolores que suele dar la locura. La envidia viene de lejos y es signo de maldiciones, que pudieran ser complejos del que no tiene razones. Cuando la envidia nos daña vemos sus malas acciones, y todo el encanto empaña sin conocer sus razones. Envidiosos de por vida que levantan la mentira, son esa bala perdida que sobre nosotros gira. Envidiosos busca ruinas con su lengua machacando, quisieran ser esas cimas donde el viento va volando. G X Cantalapiedra.