Otra de desempleo, ¡marchando!, como no pueden, y en caso de que quieran desde luego no saben, lidiar ese morlaco que gana peso todos los días, ya va por los 2.500.000 almas con nombres y apellidos, sólo por ahora, en los tres primeros meses de "desaceleración", pues nada, otro organigrama nuevo, una bolita sindical por aquí, una descentralización por allá, una competencia nueva como regalito, unos cuantos órganos rectores, Pepita de subdirectora general y santas pascuas. Y si por el camino se pueden maquillar y ocultar unas decenas de miles de parados, pues bienvenido sea, bajo el pomposo y churrigueresco nombre, el Plan Global de Modernización del Servicio Público de Empleo Estatal. A más parados, más funcionarios, una ecuación que no falla.
Morrocotudo, ese el el tamaño del morro que se gastan estos osos y osas hormigueras, los que bien viven a costa del dinero de los contribuyentes y de camelarlos con lo del papelito legi-timador cada cuatro años. Ah, y tenemos que darles las gracias efusivamente, porque lo saben hacer peor, pero que mucho peor, como tendremos oportunidad de ir viendo, cumpliendose la Ley de Murphy, en los próximos trimestres. Menuda legislatura que nos aguarda: ¡Sálvese el que pueda!
Morrocotudo, ese el el tamaño del morro que se gastan estos osos y osas hormigueras, los que bien viven a costa del dinero de los contribuyentes y de camelarlos con lo del papelito legi-timador cada cuatro años. Ah, y tenemos que darles las gracias efusivamente, porque lo saben hacer peor, pero que mucho peor, como tendremos oportunidad de ir viendo, cumpliendose la Ley de Murphy, en los próximos trimestres. Menuda legislatura que nos aguarda: ¡Sálvese el que pueda!