yosoiun:...

yosoiun:
No he tenido tiempo de expresar mi agradecimiento. Este es el problema: "QUIEN ES QUÍEN PARA DECIR A OTRO LO QUE ESTE TIENE QUE DECIR" ¿Que derecho asiste a una persona, esta expresión, que no es otra cosa que lesionar la voluntad del otro? Hay demasiados ramalazos, de unos tiempos que creímos superados: demasiados. Demasiadas lenguas agazapadas, que envalentonadas, por otras en los medios, no solo se olvidan del derecho que asiste a cada individuo, señalados en la Constitución, sino ese derecho de la palabra... que no a la palabra malsonante.
Este individuo, que firma tiburcio, es posible que encuentre eco, en alguno de sus afines y hasta puede que aplaudan tal proceder desde ese derecho que todos tenemos a opinar, sin detenerse a reflexionar, que están mermado con una especie de "exigencia dictatorial":<YO DIGO LO QUE ME PARECE Y TU TE CALLAS>, ese privilegio de unos cuantos, pasó a la historia, que unos crearon, muy al estilo nazi, y que tanto mal acarreó a nuestro país.
Hablo de ramalazos: estos se perciben al día de hoy en actitudes, que como digo en sus días fueron nefastas.
Se lo que molesta. Se que molesta les recuerde mi sorpresa, a que gentes de todas partes, de dentro de este nuestro país, no se les reconoció ni su sacrificio, ni sus meritos: sudando y recordando la miseria en que quedó nuestro país por culpa de unos cuantos, que aún hoy tratan de justificar lo injustificable con palabras torticeras: demagogos de tres al cuarto brotan por todas partes y todos los días. Dictaduras verbales, se practican en algunos medios (demasiados; mientras se cierran otros, que predicaban su verdad)
¿No es todo esto sospechoso?
Y para terminar por hoy, si que me entristece constatar, que de una parte nio se aprecia el sufrimiento de muchos... de todas las clases y colores, y el mucho mas gran sufrimiento dependiendo del color de su ideología. Esta es la cuestón. La de aquellos errores y horrores, nos echamos la culpa unos a los otros, siendo como éramos, solo niños, que crecimos reconducidos en una sola dirección. Muchos de aquellos niños, (todos de derechas a la fuerza) comenzaron ha hacerse preguntas, cuyas respuestas, les llevaron a sacar conclusiones.
Esto es lo que molesta, que recordemos de donde venimos, que es lo que nos faltó, y que es lo que tenemos. Que por cierto! Ojalá sepamos conservar!
Ya se que muchos han agarrado la poltrona y que otros muchos luchan por ella, no se me oculta que no todos de la misma manera. De esta, de la poltrona, a la que se achacan estos males que han surgido, gran error, el enemigo es otro, y este no perdona ni a quienes, al día de hoy se frotan las manos. me estoy refiriendo al enemigo de la clase trabajadora, que siempre y por todo paga los platos rotos.
Saludos.