Personalmente, me ceñiré al título del tema......

Personalmente, me ceñiré al título del tema...

Julio Anguita... Un hombre -según mi criterio- honesto, capitalizador, en su día, de sentimientos y deséos (más que de realidades) y que siconsiguió un cierto respaldo popular (expresado democráticamente en las urnas) y que si bien y en parte "pudo", también fué cierto que "pudiendo" (e igual que todo el mundo) equivocó trayectorias de presente y futuro...

Y es que "decir" -está demostrado- tiene un parangón muy limitado, llegada la hora de "hacer"... Lo cual es traducible, en la pérdida de respaldo popular que obligó -al Sr. Anguita- a retirarse de la política activa y dedicarse a sus quehaceres actuales...

¿Que la honestidad personificada en el Sr Anguita u otra persona, debería ser moneda común en todo político (léase servidor -que debería ser- de la sociedad)...? Pués sí... Pero con la honestidad. Con el pragmatismo. Y con la pedagogía de las idéas "solamente": Se puede intentar "lidiar el toro" pero de ahí a "cortarle orejas y rabo" (permítaseme el simil) hay un abismo que -debemos reconocerlo- acostumbra a llevarse por delante a quien ó quienes lo intentan...

Y el Sr. Anguita -con todos mis respetos- lo intentó...

Saludos.