Los "traspasos", sean de la índole que sean, han venido...

Los "traspasos", sean de la índole que sean, han venido siendo moneda de cambio entre los nacionalismos y los gobiernos centrales. Su uso "político y partidista", sin mirar las consecuencias que puede traer el fraccionamiento de servicios y competencias más allá del aspecto puramente administrativo, nos está planteando retos y desafíos difíciles de encajar en la Constitución actual.

Nuestra Constitución no fue concebida para fragmentarnos en todos los órdenes. Inicialmente tuvimos la idea de que solo se tenían que centralizar servicios y competencias que acercasen más a los ciudadanos con la administración. Lo malo es que los gobiernos periféricos se han dedicado a hacer una política de oposición contra los gobiernos centrales y no una política de colaboración. Esta DESLEALTAD institucional es lo que no cabía esperar al iniciar la andadura de las autonomías.

Saludos.