El poder judicial es el último arrecife donde puede encallar el sanchismo, de ahí su interés por maniatarlo y controlarlo.
Pero nuestro jueces, lejos de arredrarse, van a dar la batalla en defensa de su independencia y de la separación de poderes.
Apoyémoslos. Sin ellos, la democracia es una entelequia y el estado de derecho una quimera.
¡No estáis solos!
Pero nuestro jueces, lejos de arredrarse, van a dar la batalla en defensa de su independencia y de la separación de poderes.
Apoyémoslos. Sin ellos, la democracia es una entelequia y el estado de derecho una quimera.
¡No estáis solos!