La Poesía

A quien, no obstante tan deliciosos placeres debo
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Where is my man.
Ana Rosetti

Nunca te tengo tanto como cuando te busco
sabiendo de antemano que no puedo encontrarte.
Sólo entonces consiento estar enamorada.
Sólo entonces me pierdo en la esmaltada jungla
de coches o tiovivos, cafés abarrotados,
lunas de escaparates, laberintos de parques
o de espejos, pues corro tras de todo
lo que se te parece.
De continuo te acecho.
El alquitrán derrite su azabache,
es la calle movible taracea
de camisas y niquis, sus colores comparo
con el azul celeste o el verde malaquita
que por tu pecho yo desabrochaba.
Deliciosa congoja si creo reconocerte
me hace desfallecer: toda mi piel nombrándote,
toda mi piel alerta, pendiente de mis ojos.
Indaga mi pupila, todo atisbo comprueba,
todo indicio que me conduzca a ti,
que te introduzca al ámbito donde sólo tu imagen
prevalece y te coincida y funda,
te acerque, te inaugure y para siempre estés.

Interesante poema de ANA ROSETTI en el que nos cuenta cuánto se echa de menos al amante/la amante cuando éste/ésta no está. En este caso se refiere a su hombre, aunque lógicamente también es aplicable cuando la que se ha ido es ella en una pareja. Encuentro magnífica la
narración poética que habla de la búsqueda por las calles. ... (ver texto completo)
Precioso, Cabrero, mira cómo dice las cosas; está visto que el erotismo no ofende, al contrario, su lenguaje es sublime.
Sí, todos los poemas de "Los devaneos de Erato" son así, por lo tanto, creo que con esa elegancia y esa sabiduría no creo que nadie se
deba dar por ofendido. Los poemas que he preparado -por otra parte- son mucho menos eróticos que estos. Así que tampoco ofenden a nadie, creo yo.

Hasta luego, amiga.
No te mando un bombón helado de chocolate, porque me lo he comido ya (Hace tanto calorrrrr...)
In confesiones de Gilles de Rais

"... se hallaba tendido en una chaisse-longue, y tenía en
su blanca mano una rosa sin perfume."
O. Mirebau

Es tan adorable introducirme
en su lecho, y que mi mano viajera
descanse, entre sus piernas, descuidada,
y al desenvainar la columna tersa ... (ver texto completo)
Precioso, Cabrero, mira cómo dice las cosas; está visto que el erotismo no ofende, al contrario, su lenguaje es sublime.
In confesiones de Gilles de Rais

"... se hallaba tendido en una chaisse-longue, y tenía en
su blanca mano una rosa sin perfume."
O. Mirebau

Es tan adorable introducirme
en su lecho, y que mi mano viajera
descanse, entre sus piernas, descuidada,
y al desenvainar la columna tersa
-su cimera encarnada y jugosa
tendrá el sabor de las fresas, picante-
presenciar la inesperada expresión
de su anatomía que no sabe usar,
mostrarle el sonrosado engarce
al indeciso dedo, mientras en pérfidas
y precisas dosis se le administra audacia.
Es adorable pervertir
a un muchacho, extraerle del vientre
virginal esa rugiente ternura
tan parecida al estertor final
de un agonizante, que es imposible
no irlo matando mientras eyacula.

De "Los devaneos de Erato" 1980

Poema erótico de ANA ROSETTI en el que nuevamente trata de una historia de sexo con un joven. Es interesante destacar que en todos
sus poemas sobre el erotismo, casi siempre se refiere al sexo por el sexo. Este poema está construido, como todos los demás, en verso libre, sin rima ni métrica determinada y lenguaje culto. Creo que los mejores poemas son precisamente estos en los que trata del erotismo. ... (ver texto completo)
A quien, no obstante tan deliciosos placeres debo

"Cuando una se siente bien, puede prescindir de lo mejor.
Eso me parece sabio".
Andrea de Nerciat

Y esa tan transparente neblina que su lengua
extendió sobre mí... labor concupiscente,
minuciosa e inútil, pues el bello prosélito
¿me atreveré a decirlo? es que es tan impotente
como adorable es. Por ello, aún intacto
conservo el corazón de mi valiosa orquídea
(falsas futuras nupcias blancas) y, así, entre tanto,
mi precioso tormento, recibo tus bombones
y mis ingles remojo detrás de cada cita
con abluciones vanas. Pero, tonto muchacho,
no te avergüences si, de pronto, no se abulta tu pretina,
ni tu enarbolado furor puede,
impasible, horadarme la membrana
y arrancar de mi carne el clásico aspaviento.
Y no te desesperes si no soy despojada
aún de aquello que, sobrepasando el tiempo
que la edad aconseja y Cupido consiente,
fiel guardo en el ardiente túnel. Ya custodiada
mi pelvis por amor tan incauto cerrada
permanece, mi escudo, sabrosa precaución!
Hundamos nuestras bocas en la fresca reseda
de nuestros célibes y ocultos sitios
y tú, tonto muchacho, si encuentras resistencia
en donde tu ternura esperaba verterse,
torpemente no insistas empeñado en robarme
unas gotitas rojas y un agudo gritito,
pues no soportarías placer tan cruento.

De "Los devaneos de Erato" 1980

Poema de ANA ROSETTI que trata de la relación entre una señora mayor, que aparentemente se le ha pasado el tiempo para el sexo, o tal vez que nunca lo ha sentido, y un joven impaciente por practicarlo. De entre los diferentes estilos que se indican más abajo, éste corresponde sin lugar a dudas al de la POESÍA NARRATIVA, con un lenguaje elevado, seguramente para disfrazar esa historia de sexo intercambiando unas palabras por otras.

LOS ESTILOS DE LOS POETAS DE LOS 80
La nueva generación inserta en las estrofas de corte tradicional temas y motivos urbanos y cotidianos. La poesía se vuelve con frecuencia narrativa. Otro rasgo es la disociación entre el yo poético y el real, el del autor. Algunos entienden la poesía como una ficción, no una confesión. Es relevante el uso de de un léxico poético que mezcla términos tomados de jergas, argotes de la sociedad de consumo, publicidad, comunicación, lenguaje coloquial, urbano. También se usa el humor, la parodia, el sarcasmo, la ironía y el pastiche.

Los modelos de la generación de los 80 están en la poesía de los SS de Oro, en los simbolistas, también el Modernismo tardío. Reivindican a Unamuno, Antonio Machado y algunos autores del 27, también los poetas de posguerra Blas de Otero y José Hierro, que marcan el retorno a una cierta poesía de compromiso. Se recuperan los poetas de los 50, Gil de Biedma, Ángel González, Claudio Rodríguez. Se mira a poetas de otro mundo y otras lenguas (provenzales, simbolistas, ingleses...) y se abandonan los modelos vanguardistas que subsisten aisladamente. ... (ver texto completo)