Nunca olvidé aquel verano, candente, La Poesía

Nunca olvidé aquel verano, candente,
Ni aquel sol cansado y casi dormido,
Arrastrando un manto de oro encendido
Feliz conjunción de luz decadente.

Privilegio que retengo en mi mente,
Como se esconde el ocaso abatido,
Cayendo lo visible ya dormido
Y espero el resurgir de lo evidente.

Dorados ocres en sierras y monte,
Destellos de oro, en los campos de trigo,
y bellas vistas, en el sacro monte.

¡Como olvidar aquel día contigo,
Resplandor divino en el horizonte
Donde el astro sol, encontró su abrigo!.

Inés..