La poesía, La Poesía

La poesía

La poesía no está sólo en las ventanas
y en las puertas que se abren,
ni tan sólo está en las manos que se ofrecen,
ni tan sólo en esos ojos
de miradas aquiescentes,
ni tan sólo está en el tiempo
que se aferra a la esperanza.

La poesía no está sólo en la belleza
de un paisaje,
ni siquiera está tan sólo en la inocente
sonrisa de los niños;
la poesía no está sólo en la fragancia
de una flor, ni en los sedosos
labios rojos de mujer enamorada,
ni tan sólo en nuestros íntimos
deseos, ni en los sueños que se asientan
subconscientes en los versos del poema.

La poesía está en el mundo y en lo inmundo,
en el día y en la noche,
en lo grande y en lo ínfimo,
está dentro y está fuera,
en lo cómico y lo trágico,
en la vida y en la muerte.

La poesía está en el aire,
ese aire que cruzó miles de guerras
impregnándose de pólvora y de sangre;
la poesía está en el agua,
ese agua que inundó miles de pueblos
y nos trae lodos cubiertos de cadáveres;
la poesía está en la tierra,
esa tierra que rompió miles de casas
porque tiene dilección al movimiento;
la poesía está en el fuego,
ese fuego que abrasó miles de cuerpos
con pirómana impiedad incandescente.

Y por todo lo antedicho y mucho más,
sólo ahí, en la poesía, está la clave.
No la busques, no hace falta,
viene sola, sin llamarla,
porque ella viene y va constantemente.

Javier Feijóo