GALOPA LA NOCHE

Galopa la noche sin tregua y sin pausa,
va dejando a su paso, un sendero de niebla.
Por su esfuerzo, de sudor deja gotas de rocío,
con tristeza la miran los luceros y estrellas.

La quieren parar, y le gritan al viento,
que camine despacio, que se tome un respiro,
pero solo se escucha, el sonido del eco,
que a lo lejos se queda, con sus tristes suspiros.

Con sus ojos profundos, la noche está ciega,
por eso no quiere de las estrellas compasión,
el dolor le ha dejado esa gran rebeldía,
que descarga con ira, con fiereza y tesón.

Cuando el alba se asome, por su puerta dorada,
e ilumine la vida con sus rayos de sol,
demostrando a la noche que nada es eterno,
que todo es más bello, cuando hay compasión.

Si la noche la escucha, porque aun no esté lejos,
si quisiera cambiar, por bondad su furor,
volvería a reinar esa paz y el nocturno silencio,
y a brillar las estrellas, con su dulce fulgor.
Pa. Sa. Ma.