EL LAZARILLO DEL TORMES, La Poesía

EL LAZARILLO DEL TORMES

Mi abuela solía decir
entre otras muchas verdades,
más te enseñan necesidades
que muchas universidades.

Pensando en el lazarillo
aquel que era mi paisano.
Era más listo que un grillo
saltando de amo, en amo.

Cada cual con su carácter
se lo hacían pasar mal,
pero siempre se ingeniaba
“pa” poderlos engañar.

Al ciego con el vino y la uvas,
al sacristán con el pan,
haciendo copias de llaves
del “arca”, y poderlo sacar.

Pero pobrecito mío
casi siempre lo pillaban,
pues al quedarse dormido,
aquella llave silbaba.

Y con golpes aprendió
aquellas duras lecciones,
con el vino le curaban
las heridas y chichones.

Mi abuela siempre decía
cuando veía algún pobre,
¡Si está pasando más hambre
que el lazarillo de Tormes!

Y acordándose de él
siempre les daba comida,
decía que San Antonio
después se lo pagaría.
Pa. Sa. Ma.