EL SUEÑO DE UN PINTOR, La Poesía

EL SUEÑO DE UN PINTOR

Con los ojos bien cerrados
el pintor la recordaba,
y en el lienzo ya enmarcado
con acierto la plasmaba.

Esos ojitos rasgados
y esa boquita de grana,
el cuello de cisne blanco
y rosadita la cara.

El pecho erguido y sereno
y las manos bien formadas,
escultura de mujer
que le quedó bien grabada.

El pelo negro azabache
larga melena ondulada,
que por su cuerpo caía
como queriendo taparla.

Solo la ha visto un momento
cuando a su lado pasaba,
y el pintor quedó cegado
con la luz de su mirada.

Con gracia mueve el pincel
como haciendo filigranas,
recordando cada rasgo
sin que se le olvide nada.

Cuando aparca sus pinceles
quedando ya terminada,
cree que está frente a él
Sonriéndole a la cara.

¡Es el sueño de un pintor
buscando a su enamorada!
Pa. Sa. Ma.