LA RUEDA DEL DESTINO, La Poesía

LA RUEDA DEL DESTINO

No entiendo que está pasando
ni puedo entender la causa,
¿Por qué tienes tanto empeño
en que salga de esta casa?

Ni siquiera me conocen
de mi vida nada saben,
si se creen superior
que demuestren lo que valen.

Porque yo no he sido nunca
una piedra en su camino,
déjenme vivir mi vida
y no se metan conmigo.

Si creen ser poderosos,
aunque les cueste trabajo,
piensen, que torres muy altas
también se vienen abajo.

Nada dura eternamente,
si hoy les ríen las gracias,
puede que probablemente
mañana estén en desgracia.

No se rían del vecino
cuando caído lo vean,
que la rueda del destino
gira tanto que marea.

Que también puede tocarles
la curva más pronunciada,
y cuando menos lo piensen
darse una buena estacada.

Pues el destino se ríe
y a veces nos pone a prueba,
solo para comprobar
la maldad donde nos lleva.

Si no tienen sentimiento
ni saben lo que es bondad,
cuando se cambien los vientos
muy mal lo van a pasar.
Pa. Sa. Ma.