SONES DE GUITARRA
Por la noche en la plazuela
se oyen sones de guitarra,
metiéndose en mis sentíos
aunque no quiera escucharla.
Quizás porque yo una noche
junto a esa fuente serena,
con seis cuerdas y dos tablas,
también cantaba mis penas.
Y en medio de aquellos sones
ocultaba mis suspiros,
por un amor imposible
que no fue correspondido,
Penas de un amor ingrato
que causo mi desconsuelo,
y mis torres de ilusiones
se me vinieron al suelo
Mi pena estaba dormida,
y la vino a despertar
el toque de esa guitarra
sonando en la madrugá.
El viento en los naranjales
trae ráfagas escondidas,
Y se empeña en recordarme
cosas que nunca se olvidan.
Palabras y juramentos
que el viento trajo y llevó,
Lo mismo que una veleta
cambiando de dirección.
Pa. Sa. Ma.