YA NO TENGO SU MIRADA...

YA NO TENGO SU MIRADA

En esta noche estrellada
son más fuertes los recuerdos,
pues sus luces se asemejan
aquellos ojitos negros.

Lo mismo que en un espejo
yo en sus ojos me miraba,
todo ha quedado muy lejos
ya no tengo su mirada.

La misma noche lo dice
con su tristeza infinita,
aunque brillen las estrellas
ya ninguna es tan bonita.

Pues le falta esa aureola
que ella le proporcionaba,
otorgándole más fuerza
tan solo con su mirada.

No sé, si estoy loco o cuerdo
porque no me importa nada,
hoy solo vivo entre sombras
por no tener su mirada.

Por tenerla entre mis brazos
los Ángeles me envidiaban,
por eso vi que una noche
hacia el cielo la llevaban.
Pa. Sa. Ma.