Precioso, PLAZALAGUA, ocurrente e ingenioso

SONETO AL BOLÍGRAFO

Encarnado, rojo, plata o amarillo,
con sugestivas formas y colores;
si vistes con adornos o con flores
eres la envidia de cualquier chiquillo.

Lo mismo escribes algo muy sencillo
que plasmas los artículos mejores,
que se premian con todos los honores
y al más docto apellido le dan brillo.

Es triste que a pesar de esas razones
habrá quién diga que esto son sandeces
-los que tienen espíritu insensible-;

no te preocupen esas opiniones,
que yo, que te acaricio tantas veces,
tengo claro que eres imprescindible.

Plazalagua.

Soneto que pretende hacer poesía de algo tan poco poético como un bolígrafo, imitando al de Rafael Morales “Cántico doloroso al cubo de la basura”, de su poemario “Canción sobre el asfalto”. En sus catorce versos endecasílabos, quiero hacer ver lo imprescindible que considero a este útil de la escritura, al que personifico, con el que prácticamente desapareció la pluma.

Desde luego sus versos están muy lejos de la belleza de los de Rafael Morales, cuando menciona, por ejemplo, a la naranja o a la manzana que fueron a parar al cubo.

Precioso, PLAZALAGUA, ocurrente e ingenioso