Imitación del poema de Luis Alberto de Cuenca "La otra noche, después de la movida,"
La otra siesta, después de tantos besos
y de tantas palabras amorosas
y de tantas promesas mentirosas,
calada de tu amor hasta los huesos,
silenciosos mis labios de ti presos,
perdida en laberinto de mil cosas,
soñé que aquellos tiempos vino y rosas
colmaban mis deseos inconfesos.
Porque fue este calor insoportable
quien prendió mi deseo con tu fuego
en fuego de una siesta interminable.
Finalmente todo acabó en un juego
y el amor que pensaba imperturbable
en un mar de satén no murió ciego.
Se trata de un soneto ABBA, ABBA, CDC, DCD.
El calor hace estragos. Para esta pareja, por lo menos para ella no resulta muy satisfactorio el amor en tarde de verano. Le da por pensar en lo que fue el amor en otros tiempos y descubre que el calor no aviva el amor, lo apaga.
La otra siesta, después de tantos besos
y de tantas palabras amorosas
y de tantas promesas mentirosas,
calada de tu amor hasta los huesos,
silenciosos mis labios de ti presos,
perdida en laberinto de mil cosas,
soñé que aquellos tiempos vino y rosas
colmaban mis deseos inconfesos.
Porque fue este calor insoportable
quien prendió mi deseo con tu fuego
en fuego de una siesta interminable.
Finalmente todo acabó en un juego
y el amor que pensaba imperturbable
en un mar de satén no murió ciego.
Se trata de un soneto ABBA, ABBA, CDC, DCD.
El calor hace estragos. Para esta pareja, por lo menos para ella no resulta muy satisfactorio el amor en tarde de verano. Le da por pensar en lo que fue el amor en otros tiempos y descubre que el calor no aviva el amor, lo apaga.