Gabriel García Márquez puede decir misa si lo desea. Tan solo los escritores que no dominan la ortograqfía dicen eso. Valiente burrada. ¡Hala!, anulemos todas las reglas ortográficas y escribamos como nos dé la gana. Ejemplo: el bino que tieneasuncion nies tinto nivlanco ni tiene color. Total, así también se lee y nos enteramos.