ME ENSEÑARON DE PEQUEÑO...

ME ENSEÑARON DE PEQUEÑO

Aquellos grandes fenicios
navegantes sin fronteras,
no tuvieron grandes vicios
derribando las barreras.

El Mediterráneo altivo
fue su mar y su destino,
y marcaron su adjetivo
queriendo siempre hilar fino.

Cataluña fue el destino
de sus tierras conquistadas,
hoy se vive el desatino
de promesas enturbiadas.

Trazar de nuevo fronteras
y marcar sus falsedades,
que van sembrando quimeras
sin decir nunca verdades.

Amparados en engaños
y promesas de mentiras,
fueron pasando los años
desde Gerona a Algeciras.

Los fenicios navegantes
llegaron primero a Denia,
quizá fueron arrogantes
divisando cierta estrella.

Las mentiras son constantes
aunque mucho repetidas,
existen ciertos instantes
de ver sus arcas mordidas.

Los caminos del futuro
ofrecen malas razones,
todo puede ser oscuro
sin contener soluciones.

Repetir las mismas frases
entre penosas leyendas,
es tener muy pocas bases
queriendo poner sus vendas.
G X Cantalapiedra.