“UNIDAD”...

“CAMINO A CASA”

Madre, recibe esta tarde
el mango más sabroso
de mi cariño
la miel más dulce
de mi espíritu
los rojos de mis suspiros
las palpitaciones de mi corazón
la piel de mi alma
la melancolía de mis ojos.
Edén de mis afectos.

He recorrido todas las lejanías
del abandono
he sufrido el desamparo
en cada estación del tiempo
pisando el fango de la miseria
asustado por el odio sin sentido
torturando el blanco de los crédulos
angustiado ante el abuso maligno
clamando la luz de tu sonrisa
pronunciando las silabas de tu abrazo.

La oscuridad ha cubierto el cielo
las estrellas extraviaron sus destellos
las luciérnagas escondieron su brillo
el rio ha llorado el ultraje al niño
las piedras han enloquecido de impotencia
las aves se ocultaron con la luna
las montañas han cesado sus perfumes
los mares se han puesto a llorar.

Camino a casa, Madre
mi esperanza ha cantado con la lluvia
mi sonrisa ha danzado con la aurora
mi sed se ha saciado con tus huellas
el agua se volvió mansa refrescando mis vacios
la tierra purifico sus entrañas
el sol se vistió de niño
el rocío beso a los picaflores
las mariposas liberaron sus colores
el mango ha florecido de nuevo
el puerto del destino es una humilde calle
infinita pertenencia de nuestro encuentro.

EH

PD: Para aquellos niños perdidos, huyendo de las miserias humanas, buscando la ternura de sus madres.

Me uno al agradecimiento de Ciudadana por tus magnificos poemas, y a este concretamente por su dedicación a los más debiles, los niños.

Saludos. Juan Pavelo.

“UNIDAD”

Comulgando el cuerpo y el espíritu
inclinados ante el altar de la correspondencia
saboreando la ostia infinita del espejismo
pertenencia sin palabras
granizos golpeando la conciencia
desbocadas ausencias
colgadas de inocentes lagrimas
refugiadas en el sinfín del sueño
transitando la esquina del tiempo
persiguiendo al horizonte
imaginado su rumbo
embelesados con la rebeldía del mar
alucinando las estrellas
besando las nubes
admirando al sol y la luna
reverenciando la noche
alborotando la desnudez del amanecer
vistiendo al rocío de colores
frio, calor, lluvia y trueno
amantes melodiosos del todo
viajando estamos
bebiendo la luz del acertijo
nuestra sangre hirviendo
suspirando el fuego del silencio
misterio geométrico de la piel
distancia que nunca duerme
magnificencia de la vida
línea perpetua de la creación.

EH