Estoy perdidamente enamorado...

Estoy perdidamente enamorado
de una mujer tan bella como ingrata;
mi corazón otra passión no acata
y mis ojos su imagen han plasmado.

Si escudriño en mi pecho, triste creo
que ota hermosa me diera sólo enojos
y si sereno miro, ante mis ojos
su figura gentil tan sólo veo.

Con voz trémula le dije mi cariño;
y sarcástica y cruel exclamó:<< ¡Niño,
conoces el amor sólo de nombre!>>.
Y desde entonces sufro lo indecible...
¿Por qué, amada mujer, crees imposible
en un cuerpo de niño un alma de hombre?

En la huerta, 6 de febrero de 1930.
MIGUEL HERNÁNDEZ.