TE VIENE GRITANDO EL DUERO
No puedes salir corriendo por esas calles de Soria,
ni debes seguir fingiendo que perdiste la memoria,
Tu vivir no quiere escoria, ni lamentar el pasado,
prefieres hablar de gloria, en tu rumbo ilusionado.
Te viene gritando el Duero cuando sientes a Machado,
y sueñas el ROMANCERO de tu camino encantado.
No quieres borrar tu signo, ni sueñes cambiar de lado,
esperas gozar sin vino, en ese lugar marcado.
Por los álamos del Duero, el viento corre exaltado,
aunque se sueñe un te quiero, que te parece anhelado.
No bajes corriendo al Duero, ni quieras pasar de largo,
siempre se nota un te quiero, que no suele ser amargo.
Desde el Castillo guerrero, ves al Duero caminando,
con El Parador primero, viendo a Soria cavilando.
Me comentan mis amigos, que el Duero baja clamando,
y que no existen castigos, si es que marchas navegando.
No mires a los pinares, si quieras bajar cantando,
el Duero tiene lugares que te irán entusiasmando.
Cuando los ecos del Duero quieran borrar los calvarios,
quizá mires hacia el cielo con gestos extraordinarios.
Te viene gritando el Duero queriendo ser solidario,
si el amor es verdadero no puede hablar de salario.
Suenan voces por el Duero con gritos estrafalarios,
si el otoño es traicionero habrá vientos lapidarios.
G X Cantalapiedra.
No puedes salir corriendo por esas calles de Soria,
ni debes seguir fingiendo que perdiste la memoria,
Tu vivir no quiere escoria, ni lamentar el pasado,
prefieres hablar de gloria, en tu rumbo ilusionado.
Te viene gritando el Duero cuando sientes a Machado,
y sueñas el ROMANCERO de tu camino encantado.
No quieres borrar tu signo, ni sueñes cambiar de lado,
esperas gozar sin vino, en ese lugar marcado.
Por los álamos del Duero, el viento corre exaltado,
aunque se sueñe un te quiero, que te parece anhelado.
No bajes corriendo al Duero, ni quieras pasar de largo,
siempre se nota un te quiero, que no suele ser amargo.
Desde el Castillo guerrero, ves al Duero caminando,
con El Parador primero, viendo a Soria cavilando.
Me comentan mis amigos, que el Duero baja clamando,
y que no existen castigos, si es que marchas navegando.
No mires a los pinares, si quieras bajar cantando,
el Duero tiene lugares que te irán entusiasmando.
Cuando los ecos del Duero quieran borrar los calvarios,
quizá mires hacia el cielo con gestos extraordinarios.
Te viene gritando el Duero queriendo ser solidario,
si el amor es verdadero no puede hablar de salario.
Suenan voces por el Duero con gritos estrafalarios,
si el otoño es traicionero habrá vientos lapidarios.
G X Cantalapiedra.